Sonido
El sonido se transmite a través de medios materiales, sólidos, líquidos o
gaseosos pero nunca a través del vacío.
El sonido se
produce cuando un cuerpo vibra con una frecuencia comprendida entre
20 y 20000 Hz y existe un medio material en el que pueda propagarse.
El sonido es una
onda. Una onda es una perturbación que se propaga por el espacio. En
una onda se propaga energía, no materia.
El sonido se propaga en
el aire a una velocidad de 340 m/s a temperatura normal (aproximadamente a
20º).
Para que el sonido pueda llegar a nuestros oídos
necesita un espacio o medio de propagación, este normalmente suele ser el
aire la velocidad de propagación del sonido en el aire es de unos 334 m/s
y a 0º es de 331,6 m/s.
La velocidad de propagación es proporcional a la
raíz cuadrada de la temperatura absoluta y es alrededor de 12 m/s mayor a 20º.
La velocidad es siempre independiente de la
presión atmosférica. Como hemos visto cuando mayor sea la temperatura del
ambiente menos rápido llegara el sonido a nuestros oídos, es por eso que algunas
personas dicen que "en invierno se suele escuchar mejor" es decir, a mayor
temperatura menor respuesta del sonido en el aire.
El sonido se propaga a diferentes velocidades en
medios de distinta densidad. En general, se propaga a mayor velocidad en
líquidos y sólidos que en gases (como el aire). La velocidad de propagación del
sonido es, por ejemplo, de unos 1.509,7 m/s en el agua y de unos 5.930 m/s en el
acero Un cuerpo en oscilación pone en movimiento a las moléculas de aire (del
medio) que lo rodean. Éstas, a su vez, transmiten ese movimiento a las moléculas
vecinas y así sucesivamente.
Cada molécula de aire entra en oscilación en torno
a su punto de reposo. Es decir, el desplazamiento que sufre cada molécula es
pequeño. Pero el movimiento se propaga a través del medio. Entre la fuente
sonora (el cuerpo en oscilación) y el receptor (el ser humano) tenemos entonces
una transmisión de energía pero no un traslado de materia.
No son las moléculas de aire que rodean al cuerpo
en oscilación las que hacen entrar en movimiento al tímpano, sino las que están
junto al mismo, que fueron puestas en movimiento a medida que la onda se fue
propagando en el medio.
La altura
Véanse también: altura musical y tono (acústica).
el copiiii c:l sonido es grave, agudo o medio, y viene determinada por la frecuencia fundamental de las ondas sonoras, medida en ciclos por segundo o hercios (Hz).- vibración lenta = baja frecuencia = sonido grave.
- vibración rápida = alta frecuencia = sonido agudo.
En la música occidental se fueron estableciendo tonos determinados llamados notas, cuya secuencia de 12 (C, C#, D, D#, E, F, F#, G, G#, A, A#, B) se va repitiendo formando octavas, en cada una de éstas se duplica la frecuencia. La diferencia entre distintas notas se denomina intervalo.
La duración
Véase también: duración musical.
Es el tiempo durante el cual se mantiene un sonido. Podemos escuchar sonidos largos, cortos, muy cortos, etc. Los únicos instrumentos acústicos que pueden mantener los sonidos el tiempo que quieran, son los de cuerda como el arco, el violín, y los de viento (utilizando la respiración circular o continua); pero por lo general, los instrumentos de viento dependen de la capacidad pulmonar, y los de cuerda según el cambio del arco producido por el ejecutante.La intensidad
Véanse también: intensidad musical y sonoridad.
Es la cantidad de energía acústica que contiene un sonido, es decir, lo fuerte o suave de un sonido. La intensidad viene determinada por la potencia, que a su vez está determinada por la amplitud y nos permite distinguir si el sonido es fuerte o débil.La intensidad del sonido se divide en intensidad física e intensidad auditiva, la primera esta determinada por la cantidad de energía que se propaga, en la unidad de tiempo, a través de la unidad de área perpendicular a la dirección en que se propaga la onda. Y la intensidad auditiva que se fundamenta en la ley psicofísica de Weber-Fechner, que establece una relación logarítmica entre la intensidad física del sonido que es captado, y la intensidad física mínima audible por el oído humano.
Los sonidos que percibimos deben superar el umbral auditivo (0 dB) y no llegar al umbral de dolor (140 dB). Esta cualidad la medimos con el sonómetro y los resultados se expresan en decibelios (dB) en honor al científico e inventor Alexander Graham Bell.
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